Islas Marquesas 

Nuku Hiva | Hiva Oa | Ua Pou | Ua Huka | Fatu Hiva ...

 

Situadas a más de 1.400 km al noreste de Tahití, las Marquesas conforman el archipiélago más aislado de la Polinesia Francesa. Este aislamiento ha preservado su autenticidad y le ha conferido un carácter único. Aquí, no hay lagunas ni arrecifes protectores: el océano rompe directamente sobre acantilados monumentales, esculpiendo un relieve espectacular y dramático. Las islas emergen del mar como fortalezas de basalto cubiertas de jungla, donde el hombre coexiste con una naturaleza imponente y vibrante.

Las Marquesas son el alma cultural de la Polinesia. Este archipiélago ha mantenido vivas muchas de las tradiciones ancestrales del pueblo ma’ohi: el tatuaje, la escultura en piedra y madera, la danza guerrera, el canto polifónico y la espiritualidad que impregna los antiguos sitios sagrados (marae y tiki). Es también un territorio de leyenda y misterio, elegido por artistas como Paul Gauguin o Jacques Brel para vivir sus últimos días.

Dado su aislamiento y la falta de infraestructura turística de lujo en tierra firme, la forma ideal y más exclusiva de descubrir las Marquesas es en crucero, a bordo de un barco de lujo como los de la compañía Ponant. Esta opción permite acceder a varias islas en condiciones óptimas, disfrutando de un confort excepcional mientras se explora uno de los lugares más fascinantes y desconocidos del Pacífico.

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Las islas principales y sus singularidades:

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• Nuku Hiva

  Es la puerta de entrada al archipiélago. Con sus espectaculares valles como el de Hakaui y la cascada Vaipo (la más alta de la Polinesia), es ideal para caminatas y exploraciones arqueológicas. Su bahía de Taiohae es un anfiteatro natural de belleza cruda. Aquí aún se sienten los ecos de una historia antigua, entre petroglifos y ruinas ceremoniales.

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• Hiva Oa

  Mística y artística, esta isla es célebre por haber acogido a Paul Gauguin y Jacques Brel, cuyas tumbas descansan en el cementerio de Atuona, con vistas al océano. Es también un lugar clave para la cultura marquésica, con grandes tikis, tallas en piedra y centros culturales vibrantes.

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• Ua Pou

  Dominada por sus picos volcánicos afilados (algunos superan los 1.200 metros), es una isla poderosa y magnética. Los senderos atraviesan selvas densas y pueblos donde la escultura en madera y piedra sigue siendo un arte vivo.

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• Ua Huka

  Menos visitada, esta isla ofrece una experiencia más íntima. Su paisaje más árido alberga especies endémicas, caballos salvajes y pequeños museos etnográficos. Ideal para una inmersión cultural tranquila y auténtica.

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Actividades especiales

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• Exploraciones guiadas a sitios arqueológicos escondidos en los valles.

• Visitas a comunidades locales con encuentros con artesanos, músicos y bailarines tradicionales.

• Senderismo y trekking por paisajes espectaculares, entre montañas verdes y bahías profundas.

• Navegación escénica entre islas que permite observar acantilados, cascadas y costas abruptas desde el mar.

• Observación de fauna salvaje (aves endémicas, caballos salvajes, tortugas marinas).

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Alojamiento & acceso​

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Las opciones de alojamiento en tierra son sencillas y limitadas. Para los viajeros exigentes en busca de comodidad, privacidad y descubrimiento, un crucero de lujo es la forma más recomendada de explorar el archipiélago.