Viajes en familia

En un mundo que va demasiado rápido, donde las agendas se cruzan más que se encuentran, ¿qué puede haber más valioso que el tiempo compartido en familia? Un viaje que no solo une, sino que transforma: una pausa real para volver a conectar con lo esencial. Reír juntos, explorar lo desconocido, mirar el mundo con ojos nuevos… volver a ser, simplemente, una familia. La Polinesia Francesa, con su ritmo pausado, su inmensidad serena y su belleza sin artificios, ofrece el escenario ideal para reencontrarse como familia. Aquí, las islas no son solo paisajes de postal: son territorios de exploración, de conexión, de memorias que perduran. Imaginen nadar con mantarrayas en Tikehau, sumergirse en los arrecifes de Moorea rodeados de peces multicolores o cruzar los valles salvajes de Tahití en 4x4 al final de un viaje lleno de descubrimientos. Cada etapa del viaje es una invitación a redescubrirse juntos, sin prisas. La naturaleza generosa, los alojamientos pensados para el confort de todos, y la posibilidad de adaptar cada jornada al ritmo familiar, hacen de este archipiélago un paraíso para pequeños y grandes exploradores. Este itinerario es una propuesta 100% personalizable, adaptada al ritmo y deseos de su familia.

Itinerario: Tahití – Moorea – Bora Bora – Tikehau – Tahití

Una propuesta 100% personalizable, adaptada al ritmo y deseos de su familia.

Día 1: Tahití – Llegada y primer respiro

A su llegada, Tahití les acoge con el calor suave de los trópicos y una atmósfera relajada. Esta primera noche es una invitación al descanso, una pausa antes de comenzar la verdadera aventura. La isla, vibrante y acogedora, marca el inicio de una experiencia donde lo esencial será estar juntos.

Días 2 a 5: Moorea – Naturaleza generosa para despertar todos los sentidos

A pocos minutos en ferry, Moorea se abre como una pintura viva. Sus picos verdes se elevan sobre una laguna de aguas calmas y translúcidas, ideal para iniciar a los más jóvenes en el snorkel, remar en kayak o simplemente contemplar peces tropicales desde el muelle. Aquí, la naturaleza se muestra cercana y amable, perfecta para explorar sin prisa. Y bajo el cielo estrellado, cada cena en familia se transforma en un instante de complicidad.

Días 6 a 8: Bora Bora – El placer de la belleza compartida

Bora Bora ofrece a las familias un escenario inigualable para vivir el lujo de manera relajada. Sus bungalows sobre el agua permiten saltar directamente a la laguna para nadar juntos en total privacidad. Paseos en barco, tardes de juegos en motus solitarios, baños bajo el sol del mediodía… todo aquí invita a reconectar con lo esencial. El lujo se encuentra en la libertad de disfrutar del tiempo sin interrupciones, en un entorno que parece detenido en el tiempo.

Días 9 a 11: Tikehau – Un atolón intacto para grandes y pequeños exploradores

Con su arena rosa y sus aguas transparentes, Tikehau es un paraíso aún preservado. Ideal para familias que buscan tranquilidad y aventura en la naturaleza, la isla ofrece un entorno perfecto para observar tortugas, practicar snorkel en jardines de coral, o bucear con botella para descubrir un mundo submarino intacto. Aquí, sin coches ni ruido, el tiempo fluye con una suavidad poco común. Solo queda vivir, respirar, compartir.

Días 12 y 13: Tahití – Últimos descubrimientos entre valles y cascadas

De regreso a Tahití, la aventura continúa tierra adentro. Un recorrido en 4x4 por el corazón verde de la isla revela valles profundos, cascadas escondidas y vistas panorámicas que cortan la respiración. Es la ocasión perfecta para cerrar el viaje con una dosis de emoción y belleza salvaje, antes de disfrutar de una última noche juntos en esta tierra que ya se siente familiar.

Alojamientos de ensueño :

• InterContinental Tahiti Resort & Spa

• Ginette Private Villa Moorea

• Four Seasons Resort Bora Bora

• Le Tikehau by Pearl Resorts