
Retiros de bienestar
Descubra la serenidad en la Polinesia, donde el tiempo se detiene para ofrecerle un refugio de tranquilidad. Aquí, podrá disfrutar de los tradicionales tratamientos polinesios, diseñados para renovar cuerpo y alma en un entorno de paz, permitiéndole una desconexión total.
Hay lugares que parecen haber sido creados no para ver, sino para sentir. Donde la belleza no se impone: susurra. Donde el tiempo se diluye, y cada instante invita a volver a lo esencial. La Polinesia Francesa es uno de esos raros refugios. Un archipiélago suspendido en el azul, donde la calma es natural, los paisajes son medicina y el silencio se convierte en un lujo absoluto. En este retiro, el mar abraza con suavidad, el viento acaricia sin apuro, y la luz transforma lo cotidiano en sagrado. Aquí, cada día se convierte en un ritual. Saludos al sol frente a la laguna, baños florales con vistas infinitas y masajes con aceite de monoi. Pero más allá de las prácticas, es la energía misma de estas islas lo que regenera. Viajar a la Polinesia para un retiro de bienestar no es una pausa: es una transformación. Un retorno a uno mismo, en armonía con una naturaleza generosa, serena y profundamente inspiradora.
Itinerario: Tahití – Moorea – Bora Bora – Tetiaroa – Tahití
Día 1: Tahití – Llegada y primeras respiraciones
Su llegada a Tahití marca el inicio de un viaje pensado para el equilibrio y la desconexión. Esta primera noche en la isla principal no busca impresionar, sino acompañar. Es un momento de transición: un cambio sutil de ritmo, donde el cuerpo empieza a aflojar y la mente, poco a poco, se libera de la tensión acumulada
Días 2 a 5: Moorea – Naturaleza vibrante para despertar los sentidos
A tan solo un corto trayecto en ferry, Moorea despliega una energía vital sorprendente. Su vegetación intensa, sus montañas esculpidas y su laguna luminosa ofrecen el marco perfecto para iniciar este camino de regeneración. Aquí, el yoga frente al océano, las caminatas suaves entre piñas silvestres o los baños en cascadas secretas permiten reconectar con la fuerza de lo vivo. Moorea despierta el cuerpo, limpia la mente y alimenta el alma.
Días 6 a 9: Bora Bora – Lujo, agua y silencio
En Bora Bora, la experiencia se vuelve más íntima y contemplativa. Dormir sobre el agua, escuchar el vaivén de las olas, nadar a solas en la laguna: cada gesto se convierte en una meditación. El ritmo se ralentiza. Aquí, el bienestar es sensorial: la textura del cielo al amanecer, el calor de un masaje tahitiano en una terraza flotante, el sabor de una infusión de vainilla al anochecer. Es el momento de escuchar. Y de escucharse.
Días 10 a 13: Tetiaroa – El arte de desconectarse, el privilegio de reconectarse
Tetiaroa no es una isla: es una experiencia. Elegida por Marlon Brando por su belleza intacta, este atolón privado alberga uno de los refugios más exclusivos del mundo: The Brando. Aquí, el concepto de bienestar alcanza su máxima expresión. Programas personalizados de relajación, tratamientos inspirados en la sabiduría polinesia, cocina saludable con productos del huerto ecológico, y un entorno natural absolutamente virgen. Sin coches, sin ruido, sin prisa. Tetiaroa es un templo de equilibrio, un lugar donde todo vuelve a su justo lugar.
Día 14: Tahití – Último respiro antes del regreso
Para cerrar este viaje interior, una última noche en Tahití ofrece el espacio ideal para integrar la experiencia. Un recorrido suave por los valles en 4x4 o una última caminata frente al mar son la despedida perfecta de este retiro. No se trata de volver al mundo, sino de volver a uno mismo… transformado.
Alojamientos de ensueños :
InterContinental Tahiti Resort & Spa
Hilton Moorea Lagoon Resort and Spa
Four Seasons Resort Bora Bora
The Brando Private Island Resort
